jueves, 1 de agosto de 2013

Ghost 12

Capítulo 12
Recuerdos


Kibum sintió como si de repente, la cama comenzara a balancearse de un lado a otro. Se había subido para poder alcanzar el relicario que colgaba por encima de la cabecera, pero al querer bajar, el suelo de la habitación se había convertido en un mar embravecido y a su alrededor solo parecía haber kilómetros y kilómetros de basto océano.

Cuando volteo a ver de nueva cuenta la cama, esta era un gran buque de carga.

-Hae, cálmate. Solo es una tormenta. Yo te protejo me cueste lo que me cueste.

El chico del relicario estaba en los brazos de otro chico, casi de su misma altura, pero con el cabello más corto y más oscuro.

-Además, no eras tú quien dijo ‘vamos a ver el mundo, quiero saber cómo es lo que estudio… fuguémonos’ – le dijo haciendo su voz más aguda y nasal.

-ya! Pero yo no pensaba que fuera a haber una tormenta

Entonces, lo reconoció. Eunhyuk estaba abrazando posesivamente a Donghae. ¿Eunhyuk?

-Hyuk… crees que parara pronto?

-No lo sé, pero toma esto. Guárdalo, que cuando lleguemos a Seúl, voy a tener que hacer un mandado, luego te buscare.

-sí, gracias. – El relicario que ahora Kibum tenía en la mano, pendía del delgado cuello del chico.

La imagen se disolvió como si fuera agua al caer de un cubo. Lo siguiente que pudo reconocer fue un estudio, un poco viejo y empolvado, pero lleno de mapas por todos lados. En el escritorio que estaba en medio de la habitación estaba Donghae, con una carta en sus manos.

-No va a venir? Pero que le pasa! Fue él quien me trajo aquí! Yo quería ir a China! – Su cara reflejaba temor y un poco de ira – Maldito.
Y salió dando un portazo.

“Eunhyuk lo dejo? Entonces porque sigue aquí?” no mucho tenía sentido en ese momento.

La imagen se volvió a disolver y a armar, esta vez, era un salón de clases en donde estaba sentado. A su alrededor, los chicos comenzaban a murmurar, dado que Donghae acababa de entrar a la habitación, y por dios que se veía verdaderamente guapo para los estándares de cualquier época.

-Mi nombre es Donghae, y seré su profesor de Geografía.

Igual que la vez anterior, todo el escenario cambio.

-Señor Lee, parece ser que usted esta distrayendo a los alumnos, por lo que he de pedir su retiro de la escuela – El hombre de edad, hablaba firmemente enfrente de él.

-Ya le dije que yo nunca he salido con ningún estudiante… ellos me lo han propuesto, pero sé que no debo hacerlo.

-De todos modos, aun si ese es el caso, debo pedir que se retire, los padres lo solicitan, y no puedo darme el lujo de no obedecerlos.

-está bien. Me voy. Gracias.

La siguiente escena fue como nunca pensó verlo. Estaba en una cantina, con el cabello un poco revuelto y parecía deprimido. A su lado se sentó, quien supuso era, Heechul, después de platicar un rato se fueron.

Todo alrededor se derritió como una vela, y cuando se dio cuenta estaba en el cuarto. Camino hasta la salida, la cual parecía verdaderamente lejana. Sentía sus huesos pesados y tenia sueño. La puerta se abrió y vio a Zhoumi con su rostro asustado acercarse rápidamente.

~
-¿Ligas? ¿Cuales ligas? – Eunhyuk fue el primero en atreverse a preguntar.

-supongo que es algo que los atrapa en este lugar – Siwon tenía la idea ya de lo que pasaba, pero era arriesgado contárselos a todos.

-Tenemos que encontrarlos. Pero que son esas cosas… - Kyuhyun volvió a revisar en el libro, y unas pocas páginas antes había un párrafo remarcado con lápiz.

-“las ligas generalmente son objetos preciados para los entes atrapados. La mayor parte de estas cosas tienen que ser robadas, malditas y devueltas a sus respectivos lugares para el correcto funcionamiento”

-“malditas” vaya… sí que suena feo. Si fueron devueltas a sus lugares, deberían estar en sus dormitorios verdad?
-eso creo… ¿sabes cuales son los dormitorios?

-La tercera plata y la cuarta… solo hay un dormitorio que no conocemos…
-…el de Heechul – Siwon y Kangin habían tenido una discusión como si no hubiera nadie más a su alrededor.

-¿Y qué esperan? Por cierto… hay… - Kyuhyun tomo el libro y volvió a leer – ¿“leños verdes, rosas burdeos y lavanda”? las rosas, hay muchas en el jardín, pero las otras dos cosas no. Además, ah~ déjenme leer el libro y sigamos…

Corrieron hacia la tercera planta, la habitación de Sungmin era la más próxima, pero al entrar, todo estaba desordenado y había unas pisadas que parecían haber sido hechas con tierra.

-¿y ahora qué? – Yesung empezaba a temer por Ryeo, pensaba que si algo malo pudo ocurrirles a ellos, algo peor podía ocurrir con el más chico de todos.

-“las almas gemelas son las creadas esencialmente para cada persona. Es el alma complementaria, aquellas que se buscaran hasta la eternidad en todas sus reencarnaciones posibles y que nada podría separar.” – Kyuhyun aun tenía el libro en las manos

-y como sabemos si somos o no sus almas gemelas… - Yesung aun tenía esa duda. Nunca se había planteado lo de las almas gemelas, menos aun que él pudiera ser el alma gemela de alguien, y posiblemente seria de Ryeowook, pues no creía que fuera el alma gemela de alguien más…

-Si no lo fuéramos, posiblemente no estaríamos aquí, ¿verdad? – Eunhyuk le respondió lo que todo estaban pensando – Solo acuérdate de quien estabas enamorado y luego sabrás si es tu alma gemela…

-suena tan cursi… las “almas gemelas” ya dejen de decirlo, que me están dando pena – Kangin no era muy dado a las demostraciones de afecto, menos cuando se trataba de las propias, y por aun si eran importantes.

-¿Donde están Henry, Han, Mimi y Bum? – al final, Kyuhyun se había dado cuenta de la extraña ausencia de ellos en la casa.

-Después que Jay Kim los sacó de la oficina, no supimos nada –

-Mejor hay que encontrarlos, antes que algo les pase a ellos también.

Salieron corriendo en busca de los demás, pasaron frente al cuarto de Donghae, el cual estaba igual que el anterior, para luego girar hacia el pasillo que resguardaba las habitaciones de Ryeowook y Leeteuk.

En la puerta, y dispuesto a entrar a la habitación perteneciente a Ryeo, estaba Henry.

-¡No! ¡Yo voy! – Yesung había gritado tanto que asusto a todos los que estaban allí, se arrojó contra el menor tirándolo al suelo, casi como si se tratara de un jugador de futbol americano, se levanto como pudo y se adentro a aquel lugar, el cual nunca había conocido.

~
-¡Yah~! ¡Kim Joungwoon! ¿Cuándo te le vas a declarar? – Heechul tenía cara de molestia mientras discutía con él.

-Cuando sienta que es tiempo. No por ahora… sabes todo lo que ha pasado él, así que no creo que sea apropiado, aunque es una lástima~

-Vale, que seas cuidadoso no está de mas, aun así, pasas mucho tiempo con el cómo su instructor, así que ve! Y listo…

El lugar donde discutían era algo parecido a un trasfondo de una tienda, el lugar apartado y solitario donde se guardaban las cosas que no estaban en exhibición. Aun así, todo allí estaba ordenado y limpio.

-Ya~ entiendo. Ojala sea así, y el vuelva a vivir contigo, como antes…

Youngwoon había encontrado a Ryeo y le había ofrecido una cama y comida a cambio de atender y cuidar la tienda del que era dueño. Además, había descubierto que tenía un talento innato para los instrumentos y poseía una voz prodigiosa.

Desde que lo había visto se sintió atraído por él, pero todo su temor le había impedido declarársele a tiempo. Después de que Heechul saliera de su negocio, dos días después se entero de los sucesos en la mansión, la desaparición de todos ellos, y su corazón se partió en miles de pedazos.

Pero nada de eso importaba. Lo tenía allí enfrente de él. Casi como una sirena malvada, incitándolo y tentándolo.

-Ven~ - su voz melodiosa irrumpió el silencio al que había sido sometido – se mío… quédate a mi lado para siempre.

Se debatió interiormente entre ir o no… quería hacerlo, pero no debía, sabía que era una trampa… dentro de su cerebro algo se lo gritaba. Detrás de él, había un estuche cuadrado y negro, recubierto de tela y con una agarradera. “Eso es” pensó al verlo. Si esa era la liga de Wook, tendría que atravesar esa ilusión sin caer en ella, sin entregarse a la tentación.

“¿que hago… que hago?”

“canta… canta para mi” oyó que le susurraban. Y siguió la orden solo porque era la voz de Ryeowook quien se lo demandaba.

Las imágenes en su cabeza fueron un remolino de escenas cuando toco el instrumento.

“sal de aquí… gracias” la voz aun estaba a su lado.

-¿Sabes que te ame toda la vida, verdad? ¿Y que por eso estoy aquí?

-Lo sé. Y si me lo hubieras pedido, yo nunca habría dejado tu casa… te amaba demasiado.

-Espero que aun lo hagas

-mi corazón frio no dejara de hacerlo.

Cuando se dio cuenta, Joungwoon estaba al borde de la ventana del segundo piso, por la cual había brincado hacía varios días, a punto de caer al vacío, pero ahora no tenía conciencia de cómo había llegado allí. Brinco como pudo de regreso a la seguridad del cuarto y salió de la habitación con el primer instrumento que él le había regalado a su adorado niño.


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