[Sichul] Fiesta Formal

Título: Fiesta Formal
Couple: SiChul [Siwon x Heechul]
Grupo: Super Junior
Serie: Ninguna
Tipo: One-Shot
Palabras: 2 675 (!)
Género: Cómico, Lemon, Random sin historia
Clasificación: Rating {NC-18}
Advertencias: Esto es Lemon, y una historia marciana que quizá no se entienda, pero el punto era el lemon… *la patean*. Les dire que Chul tiene 20 y Won 18 en el momento, hay cambios de tiempo, se los digo porque quizá se confundan. ¿Aunque a quien le importa la edad?
Comentario: ¿Que puedo decir? Necesitaba hacer esto...
Dedicatoria: A Katti Bear... Osito, sabes que esto es tuyo... lo iba a dejar en HaTo... pero me parece mejor aqui...

Fiesta Formal
[Sichul]

En la hermosa mansión Choi todo lucia realmente perfecto. No había forma en que una sola de las rosas que adornaban el lugar estuviera en una mala posición, todas habían sido revisadas meticulosamente por los encargados.

Esa noche se cerrarían grandes pactos, muchos acuerdos, y varios intercambios comerciales con ejecutivos japoneses, chinos y de diversas nacionalidades.

-Estás listo? – le llamo desde la puerta de su habitación su padre.

-solo falta que me ate la corbata.

-te espero abajo, tenemos muchas cosas que hacer – Choi Siwon era un verdadero príncipe. No solo por el imperio financiero que recibiría de su padre, sino porque sabia cuando había que vender y cuando comprar. Además, era realmente guapo y excesivamente atractivo.

Cuando bajo a la estancia, un sinfín de personas estaban reunidas.

La cena había comenzado. Sonrió y charlo con un sinfín de personas, pero frente de él había sentado un chico que le llamo la atención desde que le vio bajando la escalera.

-Hijo, el es Kim Heechul, el hijo mayor de uno de los inversionistas que vive en Japón. Trátalo bien – le había dicho su progenitor antes de iniciar todo ese ajetreo.

La velada se desarrollaba de manera tranquila. Pero una cosa le perturbaba al menor de los Choi. El chico de Japón, Kim Heechul, había estado coqueteando con todas las damas presentes. Sin importar si estuvieran paradas junto a su marido, el les lanzaba miradas y risas, y todas terminaban riendo tontamente.

-Has visto lo guapo que es ese chico… - oyó a la mitad de la noche a un par de chicas que platicaban

-Me dijo que llevaba viviendo en Japón desde los cuatro años, pero que es de aquí, y si es realmente guapo…

-Pero se la ha pasado filtreando con la mitad de las mujeres en esta sala.

-ah! Que se le puede hacer… tiene el rostro, la inteligencia y el cuerpo

Sus risas tontas y nerviosas lo habían advertido que el chico se dirigía hacia él.

-Buenas noches, joven Choi – de cerca era más obvio que tenía unas facciones muy finas

-buenas noches, ¿Cómo le parece la cena?

-La verdad, es muy linda, aun así, soy una persona que se aburre con facilidad

-y que te apetecería hacer? – no veía nada que pudiera disgustarle en la recepción que se estaba llevando a cabo.

-Me podrías llevar a la cocina, quiero un poco de agua…

-puedo pedírselo a un camarero…

-no entiendes verdad?? – Su risa era verdaderamente deslumbrante – quiero un poco de privacidad…

En la cocina, todo era un hervidero de gente, chefs corriendo de aquí para allá con bandejas y platos. El aroma de las especias se mezclaba con los vapores de las salsas, haciendo que la cocina blanca, se llenara de un aroma irresistible.

Kim Heechul lo jalo fuera de la cocina sin que se diera cuenta, o alguna de las personas de allí dentro se enterara de su corta presencia allí.

-Por esta escalera a donde llegamos – le pregunto Heechul a su anfitrión cuando hubieron llegado a un pasillo largo, delgado y extrañamente desierto, aunque claro, todos estaban en el living de la casa.

-mmm… al ala este del segundo piso… el lado dormitorio de la mans… - Heechul no lo dejo terminar.

Se le lanzo a los labios, y pese a la sorpresa del hecho, se encontró respondiendo ese beso. Heechul lo lanzo contra la pared, haciendo tambalear un jarrón que se sostenía precariamente sobre una pequeña columna de mármol.

-ahh! – se sentía bien, y Siwon no pudo evitar un gemido cuando sintió ese delgado cuerpo contra el suyo

-creí, que serias tu quien tomaría la iniciativa – le susurro el joven amo Kim en el oído, mientras ambos intentaban regularizar su respiración.

-no lo creí cortes… pero creo que es mas descortés dejar que lo hagas tu – y esta vez fueron a parar contra el otro lado del pequeño pasillo.

La corbata de Siwon estaba completamente arrugada entre las manos de Heechul, quien lo intentaba acercar más por todos los medios posibles.

-vamos a otro lado… - esa era realmente una proposición directa de parte de Heechul.

Siwon se despego despacio de Heechul, dándole la libertad de salir de contra la pared donde estaba.

Comenzó a subir la escalera de forma trabajosa, pues no veía por donde iba, ni cual escalón rea el que pisaba. A media escalera, Siwon que iba subiendo hacia atrás, con Heechul aun pegado a él y sus labios, se cayó de espaldas, quedando sentado en medio del camino, y llevándose el ligero cuerpo de Heechul junto con él, quedando tendidos sobre la escalera con alfombra beige.

Heechul aprovecho la situación para quitarle la molesta corbata y el saco

-No puedes ir dejando por allí tu ropa y la mía… alguien podría encontrarla – Siwon sentía la fuerte respiración del chico sobre su cuello, y movido por, quien sabe que fuerza, logro levantarse, antes que terminara poseyéndolo allí, en medio de la casa. Tomo el saco del suelo, y estrello a Heechul contra la pared de nuevo.

Los besos eran desesperados. Si hubiera habido una forma para besarse sin detenerse a respirar, aun así, se hubieran ahogado.

Siwon sentía las manos frías y finas de Heechul por debajo de la camisa, la cual ya había desfajado y desabotonado.

Heechul echo para atrás la cabeza, buscando oxigeno, queriendo mantener la conciencia que tenia para llegar a un lugar adecuado

-pensé que me habías olvidado – Suspiro al tener la boca de Siwon deslizándose por su blanco pecho…

-como podría haberte olvidado, princesa…

Y era verdad, como podría haber olvidado al hijo de la familia Kim, ese niño al que había visto si acaso dos veces, pero que hoy aparecía frente a  él cómo tentación.

Lo tomo por la cintura. Y terminaron de recorrer aquel largo paraje que parecía no tener fin… subiendo un escalón a la vez, un beso por un beso.

Llegaron finalmente a un pasillo largo, pero esta veza sin escaleras. Siwon tomo el intercomunicador que había junto a los interruptores de las lámparas

-ah! Si, si alguien pregunta por mí… ah! Estoy ocupado… diga, diga…diga… que me duele la cabezah! Y si pregunta mi padre más tarde bajo, cuando haya pasado un pocoh! – Siwon intentaba mantener la cabeza fría para pensar coherentemente, tener los nervios para contener sus palabras, pero Heechul lo hacía difícil.

Cuando colgó, Heechul separo sus labios de su cuello, dejándole una visible marca roja de mordida, que quizá se volviera morada en la mañana. Además, saco sus manos del pantalón del más alto, y las deslizo por esos marcados abdominales.

-Quieres comenzar en el pasillo… sería interesante… - susurro Heechul en su oído, Siwon se debatió entre hacerle entrar a la habitación, la cual estaba a menos de quince metros, sin embargo, la lengua del mas bajo deslizándose por su lóbulo, le impidieron pensar, y por instinto, lo arrojo contra la pared, separándole las piernas para colgarlo de su cintura.

La música de la recepción era ligeramente audible, pero el sonido se perdió por completo en los gemidos de ambos cuando el menor de los dos comenzó a mover su cadera contra la su hyung.

El mayor comenzó a deslizar sus manos por los hombros de su amante, acariciándolo, y de cuando en cuando arañando suavemente. Le quito la camisa azul que llevaba puesta y comenzó a besar sus hombros.

-Rápido… ah! Mas rápido! – los gemidos de Heechul se volvían suplicas conforme aumentaba mas y mas la velocidad de su mano sobre su miembro aun atrapado en las capas de tela.

-Sabes? No debería ser el único a medio desvestir aquí… - y se alejo unos pasos para darle espacio

-así que quieres verme eh?? – la sonrisa macabra en sus labios era simplemente demasiado excitante, además de su tono de voz que ponía en claro que estaba disfrutando mucho el juego.

Comenzó a desabotonarse la camisa, desde donde la había dejado abierta Siwon, pues en la escalera le había arrancado unos pocos botones. Le dio la espalda y con toda la parsimonia del mundo, y del que su cuerpo excitado le permitió, la deslizo sobre sus blancos y delgados hombros.

Siwon se acerco, pero Heechul se lo impidió

-Querías jugar… don’t touch

Ahora Kim Heechul estaba montando un espectáculo completamente morboso y desquiciante. Camino hasta el otro lado del pasillo, quizá un metro y medio o dos, y rodeo a Siwon como si fuera un león y el fuera su presa.

De un tirón le rompió la bragueta y deslizo sus manos por encima de la tela del bóxer. Provocando serios problemas en la  parte baja del menor.

Le jalo de la mano, y dejaron abandonadas el resto de sus pertenencias a mitad del pasillo.

Caminaron entre besos apasionados y faltos de oxigeno hasta que llegaron a la habitación que pertenecía al joven Choi. La puerta cedió frente a los amantes que se besaban, dándoles la entrada a crear su paraíso.

Siwon arrojo a Heechul contra el pequeño mueble con espejo de la habitación, tirando a su paso varias botellas de perfume, llenando la habitación con sus suaves aromas, Heechul se despego un poco de Siwon, aprovecho para sentarse el se mismo mueble, atrayendo al menor con las piernas y enroscándolas en sus caderas.

Siwon deslizaba sus firmes y cálidas manos por las delicadas curvas de su compañero.  La habitación comenzaba a volverse asfixiante, no solo por tantos aromas en el ambiente, sino también por el calor que desprendían los cuerpos calientes de ambos.

Heechul se separo un momento para recuperar la respiración que le había robado el menor de los Choi, lo cual aprovecho el menor, para comenzar a dejar un camino de besos y lengüetadas desde sus labios hasta su cuello, donde se detuvo para marcarlo, dejarle en claro que el chico venido de Japón le pertenecía únicamente a él. La sal de su sudor mezclado con la dulzura de su piel eran algo que le volvían loco, y lo excitaban de sobremanera, además de la sumisión de esa delicada y blanca piel bajo su boca.

Heechul lo arrojo lejos del mueble en donde estaban contra la cama, donde se subió sobre su dongsaen. Termino de quitar los pantalones que le estorbaban.

A pesar de haberse visto pocas veces en toda su vida, ambos sabían que se habían encontrado a muy temprana edad. Hacía ya doce años, Heechul había llegado de visita a la casa Choi, entonces Siwon tenía seis y el otro era mayor apenas por dos años. El corazón de Siwon latió con fuerza cuando lo vio, y todos en la sala rieron cuando dijo que se casaría con él.

Heechul se restregaba de manera circular contra el miembro adolorido de Siwon, quien en la desesperación le dio la vuelta dejándolo aplastado bajo su propio peso.

-Ahí! Ahh! Ahh! – la sinfonía más exquisita de gemidos salía de los labios de Heechul con cada movimiento que hacia Siwon sobre él.

-gmmmm… - los gemidos de Siwon eran lago difíciles de callar, aun con el rostro enterrado en el cuello de su amante. Lentamente y sin despegarse de su piel, se deslizo hacia abajo…

Para cuando llego al ombligo, Heechul sentía que era la tortura más deliciosa a la que lo habían sometido en su vida. Sentía su miembro hinchado y palpitante, reclamando atención.

-Siwon… hazme tuyo… entra… - estaba desesperado, y en ese momento le importaba un reverendo comino que le fuera a lastimar.

-Un poco mas… un poco mas…  - Siwon sabia cuan doloroso podía ser la intromisión si ni siquiera un poco de preparación. Y sin mediar palabra, y usando el liquido pre seminal de su compañero como lubricante, metió de uno solo dos de sus anchos dedos para dilatar la estrecha entrada.

-AHHH!! – Heechul grito de dolor y placer al sentir ese par de intrusos moviéndose para crear el espacio necesario para que algo aun mas grande entrara en el.

Sin delicadeza y después de no mucho de preparación, se introdujo despacio dentro de él.

Heechul se mordió los labios un poco mientras Siwon lo besaba de forma desesperada y los gemidos por la intromisión se perdían en sus labios. Era la primera vez que lo hacían de manera “formal”. La segunda vez que se encontraron, Siwon tenía 12, pero eso no impidió que después de una larga charla, intercambiaran mails y números de teléfono. Y que siguieran escribiéndose.

La corta espera se les hizo demasiado larga a ambos, el mayor, ya quería acostumbrarse a Siwon, y él quería comenzar a moverse. Poco a poco y con delicadeza, el menor de los dos comenzó leves vaivenes contra su compañero, quien al sentirlos, se creyó desfallecer del dolor y el placer.

La tercera vez que se vieron, Heechul rondaba los 17 y el otro los 15. Esa había sido una de las primeras experiencias sexuales de ambos. Sin que nadie se diera cuenta, se habían deslizado fuera de la recepción y había iniciado una batalla de lenguas, que había terminado en un calentón interrumpido por los gritos de búsqueda de los sirvientes de la mansión Choi por el chico que intentaba regular su respiración detrás de la puerta de un baño.

-Ah!!

Ni siquiera supo como paso, pero cuando el menor de los Choi se dio cuenta, tenía a el chico venido de Japón sobre él, moviéndose intempestivamente, autopenetrandose con los ojos desorbitados por el placer y la lujuria desbordante, con las manos apoyadas sobre su pecho y las caderas a punto de romperse por el esfuerzo. Lo tomo con las manos, para ayudarle a subir y bajar contra su virilidad, hasta que ambos encontraron un punto interior a Heechul, que lo hizo arquear la espalda y aruñar el pecho de su amante.

Esta era la cuarta vez que se veían… pero se conocían muy bien. Después de la última vez, sus conversaciones iniciaban de forma normal, pero de vez en cuando, terminaban en una rara clase de conversación sucia, a veces, con la webcam prendida y los pantalones abajo.

Solo bastaron unas pocas embestidas mas para que terminaran liberándose y marcándose mutuamente por primera vez de verdad.

Heechul cayó rendido con todo su peso sobre su anfitrión de esa noche.

-hay que repetirlo alguna vez – había susurrado escondido contra su cuello. Al parecer, aun conservaba algo de pudor y pena, después de tan intenso encuentro – me voy a mudar a Corea.

No era una noticia nueva, pues en un momento dado del festejo de esa noche, se anunciaría que la empresa de la que era dueño su padre, abriría una sucursal en Seúl, y que el jefe seria su hijo mayor.

-entonces, esto ayudara a las relaciones comerciales entre tu padre y el mío ¿no?

-Solo negocios…

-crees que podamos ocultarlo mucho rato?

-no lo sé, pero creo que no les molestaría demasiado… después de todo, ¿no te querías casar conmigo cuando tenias seis?

-te acuerdas… entonces, cumpliré mi promesa.

-no quiero que te cases conmigo, no por una promesa… quizá cuando me lo propongas de buena manera acepte.

-mientras tanto, podremos seguir jugando – Y Siwon se había dado la vuelta para comenzar a besarlo nuevamente.

-espera… la fiesta… debemos… estar… allí… más tarde… seguimos…

*Epilogo*

-Crees que deba comprar flores rojas o blancas?

-no lo sé, es tu madre, tú debes saberlo.

-de las dos… será lo mejor – Heechul aun no decidía como arreglaría la casa para la próxima visita de su madre, pues llevaba más de seis meses en Corea, y cerca de tres viviendo con Siwon.

-no creo que deba ser una reunión demasiado formal… a la ultima que fuimos, nos escapamos casi la mitad de la noche…

-AHH!! No tienes que repetirlo!! Cállate!! AHH!! – Pese a que aquella primera noche, había parecido un muchacho atrevido y desafiante, con el pasar de los días, su dulce y tímido ser había salido a la luz, además de su faceta agresiva.

Siwon corrió por la sala intentando esquivar los cojines y jarrones que lanzaba su princesa apenada.

-No será una fiesta formal!! Grábatelo bien Choi Siwon!! Nunca mas iré a una fiesta formal contigo!!