jueves, 20 de junio de 2013

Ghost 07

Capitulo 7
Error


*Siwon*
No me atreví a decirles esa noche lo que había pasado. Deje que todos se fueran a dormir. Todos excepto Byul.

Estaba convencido que ella sabia más de lo que decía. Y esa noche lo iba a descubrir, aunque tuviera que obligarla.

La seguí hasta la casita blanca.

-no, no es mi problema si no puedes decidir… es tu culpa, por fijarte en esos dos… además, ni siquiera serán para ti… ok… una lectura y ya…

Por la ventana, cuidando que no me vieran, me asome.

Estaba sola. Saco unas cartas y las puso sobre una mesa…

-bueno, pues tienes razón… quizá si uno de ellos sea para ti… pero las cartas no me dicen quien, tendrás que descubrirlo tú.

Hablaba como si alguien estuviera enfrente de ella. Pero en esa silla no había nadie.

Decidí que si iba a averiguar algo esta noche, tendrá que ser ya.

Toque la puerta del “cielo” como le decía ella a su casita blanca. Se oyó como recogían lagunas cosas y como hacia sonidos para callar a alguien que estuviera con ella.

Abrió la puerta. En verdad, era una chica rara. Tenía puesto un camisón rosa, que la cubría desde el cuello hasta los tobillos.

-Sun Byul. ¿Qué paso hoy?

-¿Qué paso de qué? – definitivamente se estaba haciendo la inocente.

-sabes muy bien de que te hablo… ¿y con quien estabas hablando ahorita? – abrió los ojos muy grandes, al parecer no esperaba que la descubriera.

-con nadie – aun intentaba negarlo.

-me vas a decir ahora mismo niña… - al parecer, debí haberla asustado lo suficiente, porque asintió con la cabeza y me llevo a la salita donde se había desmayado Kibummie.

-todo lo que te voy a contar es cierto. Yo lo vi. Pero tampoco preguntes por eso. Todo lo que te voy a decir de mi es que no pertenezco completamente a este mundo, pero no puedes decírselo a nadie.

“mi nombre no es Sun Byul, sino Ann Sung. Mi madre era francesa. Mi padre era de aquí. Naci un poco después de que el conde mandara traer a mi madre de Francia para que fuera la mucama.

“como el resto de las personas en esta casa, estoy atada. Ellos tenían entre veinte y veinticinco. Yo me quede aquí a los diez. Si hoy aparento más edad, es por la vida que he llevado.

“Después de diez años, volví a la casa. Yo si podía salir de aquí, pero después descubrí que ellos no. Decidí volver, porque estoy esperando lo mismo que ellos, que el conde nos libere. Deseo tener una familia. Ahora tengo casi ciento diez, y nunca he tenido un novio.

“Yo no puedo hacer nada por ellos, si no lo hubiera hecho hace mucho tiempo, y no los necesitaríamos.

“pero el caso, es que si no son ustedes nadie lo hará. Esos diez años estuve aprendiendo artes que nos ayudarían a superar estos conflictos, sin embargo, yo sola no soy suficiente. En parte por que no tengo la habilidad y en parte por mi situación.

“cada luna llena, menguante, creciente y nueva, leo el destino de cada uno de ellos, sin embargo el más importante es el de Heechul. Ya que él es nuestra liga. Lo que nos tiene atados. Cuando el siga a delante, nos llevara con él.

“Por eso los necesitamos, tenemos que saber que nos paso y como salir de aquí. No podemos hacer nada sin ustedes, Durante ochenta años, he esperado que las cartas me dijeran quien nos ayudaría, esperando, buscando entre cada persona que llego a esta casa, y la única señal, fue el día que ustedes llegaron…

Cuando Byul termino de hablar yo estaba un poco sorprendido.

Por eso eran las actitudes raras que tenia. Por eso era su afición a pegársenos. Pr eso no la sentíamos cuando llegaba.

-¿tú sabes que es lo que hay que hacer o no?

-no lo sé, pero hay una parte de la casa a la que por más que he querido no he podido entrar. El despacho del conde. Está en el tercer piso. Ni siquiera puedo subir a ese piso. Por alguna extraña razón salto del segundo al cuarto.

-gracias por contarme eso, Byul… ¿o Ann?

-Byul está bien, gracias por preocuparte Siwon ssi. Por cierto… ¿me podrías decir que viste hoy?

-vi a Heechul, y me pidió que lo sacara de allí. También que el conde los había dejado allí…

-Byul… tú… ¿recuerdas el nombre del conde?

-no. Lo he intentado recordar muchas veces, quizá eso nos ayudaría. Peor en los cuadros de él, no aparece tampoco el nombre.

-por cierto, estabas hablando con ellos, verdad, hace un momento…

-si… ellos también tienen otros problemas. Problemas que te podrían parecer más de vivos que de muertos.

-¿mm? ¿Cómo?

-no me hagas mucho caso, oppa… mejor vamos a dormir… o quieres quedarte en mi cielo… te hago un espacio en mi cama…

Byul, claro que a veces parecía una niña… aunque a veces, a veces si tenía actitudes raras. Solo pude reírme de su forma.

Fui a mi cuarto y pensando en lo que me había dicho Byul, me quede dormido.

**
Dos días después, aun no habíamos hecho nada, no porque no quisiéramos, sino porque no podíamos. Nosotros si podíamos llegar hasta el tercer piso. Y de hecho, hasta la puerta del despacho. Más no había llave que pudiera abrir.

Así que mandamos llamar un cerrajero. Pero llegaría hasta el tercer día… decidimos que en lo que llegaba comenzaríamos a limpiar la casa.

Como éramos suficientes, no hubo demasiado problema. Así, cuando llego la tarde del segundo día, habíamos terminado con todos los cuartos, excepto la oficina del tercer piso, y los pasadizos secretos, que nadie quería entrar.

A  Sun Byul, la seguí tratando como siempre. Nunca les dije a los demás que es lo que era ella, aunque ni yo lo sabía.

Esa noche, para celebrar que ya habíamos terminado. Esa noche decidimos tomarnos unas copas…



*Zouh Mi*
Desde hacía dos días que Kyu me había estado evitando…

Después del incidente del cuarto, creí que por fin había entendido algo. Había decidido que si había una forma de descubrir donde debíamos ir, era ensayando. No sabía si hablarlo sería buena idea, pues era realmente vergonzoso.

En la noche, pensé que ya algo andaba mal.  Me acerque despacio, decidido a lo que fuera a pasar. Rodeé su cintura por detrás. Le bese el cuello, baje por su espalda aun en ese movimiento. Decidí aventurarme un poco más y deslice mis manos bajo su polera.

-Mimi, no estoy de humor…

-pero, Kyu…

-vamos a dormir, amor

Me seguía tratando con la misma amabilidad de siempre, pero ahora había un aire frio en su voz.

Así fue incluso a la mañana siguiente. Desperté abrazado a él, como otras veces en que habíamos solo dormido en mi departamento en Seúl. Pero el, en vez de acariciarme, o cualquier otra cosa, solo estaba allí, tendido.

Decidí ocupar mi mente en algunas otras cosas, y para mi buena fortuna, todos nos dispusimos a limpiar la casa. Era grande, pero me tocaron en zonas agradables. Cuartos y más cuartos. Junto a mi fueron Kibum y Henry.

Henry, ahora que había llegado Hangeng, estaba muy contento. Tenía una sonrisita en su cara que no se borraba.

Decidí portarme un poco maloso con mi mejor amigo

-que hicieron anoche, Henry…

-nada, ¿por qué? – este niño no entendía las indirectas…

-¿nada, de nada? Pero si Hanie tenía un rato que no te veía… - por fin comprendió la dirección de mis palabras y se puso rojo

-no paso nada… Hanie venia cansado de China, y yo estaba un poco mareado por la sesión esa con Byul…

-Zouh, déjalo en paz… su vida sexual no es de tu incumbencia – Bum le defendía, pero yo solo estaba jugando. Seguro que Henry sabia eso.

-de todos modos, no le incumbe, pero seguro que tengo más que el, déjalo Bum – él lo sabía. Y se estaba burlando de mí. Eso me pasa por ser un bocazas.

-¡Henry! – y mi amiguito chino soltó una carcajada.

Terminamos totalmente exhaustos. En una habitación que tenía muchos peluches. Se me hacia familiar, pero bueno, todas las habitaciones eran parecidas. Después de no dejar ni un rastro de polvo, nos tumbamos los tres en la cama. Cuando estábamos a punto de quedarnos dormidos, una voz nos saco de nuestro letargo.

-Siwon dice que bajen a la sala. Pidió comida y unos tragos. ¡Vamos a tener una mini fiesta! – Eun era escandaloso, pero la idea de la fiesta no me desagradaba. Sobre todo cuando estaban mis amigos allí.

En la sala, que estaba completamente limpia, había muchos chicos yendo de un lado a otro, con bolsas de papas fritas, botellas y vasos. Además, había una mesa completa con comida.

No nos sentamos en una mesa, después de todo, esto era más bien informal, sino que hicimos un círculo en los sillones y el suelo. No llevo mucho tiempo para que la mesa se vaciara y todos estuvieran un poco ebrios. Kyu estaba sentado del otro lado de donde estaba yo.

Tome una copa más.

-esto es nuevo… lo envió la compañía, es de México… - Siwon levanto una botella blanca, en la que había un liquido transparente.

-¿tequila? – Kangin sabia de bebidas

-sip, eso, aunque no sé cómo debe tomarse…

-yo si… - Kang se paro y corrió a la cocina. Trajo dos vasitos y los lleno

-te tienes que tomar el caballito de un solo trago…

Kibum lo intento, junto a Eun. Pusieron el caballito en sus labios y empujaron el contenido contra su garganta.

Su cara valía la pena. Parecía que se habían quemado o algo por el estilo.

-esto es genial… - Eun ya estaba muy borracho.

Todos probamos la novedad. Me dejo bastante mareado. Y a Henry casi noqueado.

Cuando me di cuenta de mi amiguito, estaba tendido cuan largo era sobre un sillón con su cabeza sobre el regazo de su novio. Tenía los ojos un poco vidriosos (por tomar tanto, aunque no lo había visto tomar más de un caballito y una o dos copas, pero él no aguanta nada), los labios entreabiertos, y de vez en cuando le murmuraba a Hanie algo, a lo que se reía y le seguía el juego. Se inclino y le rozo los labios al más chico. Este sonrió y como pudo se levanto.

-Hanie y yo ya nos vamos, hasta mañana – hizo la reverencia más graciosa que hubiera podido hacer, y se fue tambaleándose y pisando a todo el que estuviera en su camino, que eran la mayoría, jalando a su novio de la mano y sonriendo de forma tonta.

Seguro que había habido propuestas que no podía rechazar.

Poco a poco, y como gotas, su fueron despidiendo los demás. Al final seguíamos en la sala Siwon, Kibum, Kyu y yo.

Kyu se dio por vencido, y se fue a dormir. Ni siquiera me llamo o algo. Así que me quede allí sentado. Tomando un poco más. Siwon también se retiro a los pocos minutos. Yo no tenía ganas de irme a la cama. Estábamos en el suelo, junto a una mesita de centro donde estaban las botellas, vacías a estas alturas.

Recosté mi cabeza contra el sillón atrás de mí.

De repente sentí un peso extra en mis piernas, levante la cabeza, y Kibum estaba sentado a horcajadas sobre mí, cuando quise preguntarle que hacía, atrapo mi labio inferior con los dientes.

Y el alcohol en mis venas reacciono. Le bese deslizando mis manos bajo su camisa por su torso suave, y deje que pasara lo que tanto temí con Kyu. Cuando medianamente me di cuenta de la situación, Kibummie estaba bajo de mi, rojo, sudado, completamente a mi merced, gimiendo y pidiendo más.

Ni siquiera fui consciente de cómo llegamos a su habitación (que afortunadamente era solo de él). Pero esa noche olvide, aunque fuera por unos instantes a Kyu. Solo sabía de Bum y yo.

*
Abrí los ojos cerca de las seis de la mañana, sobre mi pecho estaba el chico con quien había pasado la noche. Me dolía la cabeza y la moral. ¿Cómo era posible que me hubiera acostado con uno de mis amigos, engañando a mi novio, con quien ni siquiera lo había hecho?

Me deslice tratando de no despertarlo, pero fue en vano.

-si te preguntan que paso, porque no dormiste con Kyu, fue que estábamos muy borrachos, y cuando me viniste a dejar a mi cuarto, te quedaste dormido. Creo que es mejor que nadie sepa – Kibum, aunque no me había dado cuenta antes, podía ser muy sensual de forma inconsciente. Estaba tapado solamente por una sabana tendido sobre la cama.

-no le pensaba decir a nadie.

-no quería que esto pasara así, lo siento. Fue mi culpa. Lamento que por mi terminaras engañando a Kyu. Vete ya, antes que alguien se dé cuenta.

-no fue tu culpa, en dado caso fue de los dos, por dejar que ocurriera así. Lo siento Bum. – le dije tomando del piso mi ropa.

Me deslice en la habitación que compartía con Kyu sin hacer ningún ruido. Entre al baño, y tome la  ducha más larga de toda mi existencia. Me sentía terriblemente mal con Kyu, mas porque nunca lo había hecho con él, le había puesto muchas trabas a esa fase de nuestra relación. Sin embargo, me sentía lleno. Pleno. La experiencia había sido realmente buena. No hubo problemas para saber donde teníamos que estar. Que partes había que tocar para perder el control.

Decidí que tenía que olvidarlo. Tenía que hacer como si nada hubiera pasado. Y él tenía que hacer lo mismo. Tome mi celular y envié el mensaje.

Para: Kibummie
De: Zouh

Nada paso, nunca toques el tema. Seguiremos como hasta ahora. Lo siento.
Mimi

Me deslice fuera de la habitación a la sala. Ahora a estaba peor que cuando llegamos. Había por todos lados bolsas de papas, o botellas.

Me encontré con Henry en la cocina. Tenía cara de no haber dormido, y el cansancio se le notaba. Además esa risita que no se le había quitado desde que llego Hangeng, era más evidente.

-Tienes muy mala cara – me dijo - ¿paso algo ayer?

-nada que te deba preocupar Hen – no le podía decir lo que paso.

Y decidido a llevarme este secreto a la tumba me fui de la cocina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario