domingo, 19 de mayo de 2013

Ghost 02


Capítulo 2

Fantasmas


-Bien chicos, es hora. Si logramos convencerlos de que hagan lo que queremos, podremos ser libres –

-¿no crees que puede ser un poco tarde, Hee? – desde la esquina donde estaba un sofá empolvado, sentado con las piernas recogidas y un peluche de conejo a punto de morir asfixiado en sus brazos,  un chico hablo.

-Mini-Min, si fuera tarde ya no estaríamos aquí. Necesitamos deshacernos de Él – el chico que hablaba tenía el cabello largo, ojeras marcadas, y aun así una belleza deslumbrante. – Angelito, ¿en qué piensas?

-hay Hee, es que lo extraño mucho, mucho más de lo que se pueden imaginar, ya han pasado varias décadas…

-y yo como siempre!! – Heechul intento hacer un chiste

-déjate de chistes Hee, mejor vamos preparando lo que hay que hacer – un chico algo larguirucho, con cara de espanto le hablaba

-vamos pues. Hae, te encargas del sonido, Teuk, del ambiente, Mini-min, de las luces, Wooki, de que nos vean, y yo me encargo de lo demás.

Parecía que iban a organizar una fiesta, y eso era para ellos… una fiesta.
Heechul soltó una carcajada sombría, y como cada uno de los antes reunidos desapareció a través de la pared.


*KangIn*
Sentía que algo no estaba bien, no se como me fui a perder en esta casona.
Di vuelta en otra esquina, intentando encontrar la salida de aquel laberinto.
¡Genial! Otra habitación en un corredor vacio. Ne empezaba a molestar. Y además ya tenía hambre. Oí un ruido atrás de mi y me giré. En el suelo había una gran cantidad de pequeños trozos de cristal. Tome uno con mi mano y se deshizo, como si fuera de azúcar, y con el todos los demás.

-genial! Ya estoy alucinando

-¿quién alucina? – brinque ligeramente al oír la voz a mi espalda otra vez

-¡Henry! ¿Cómo diste conmigo?

-no lo sé, pero es hora de que volvamos. Los demás se están preocupando por ti. Y lávate bien las manos. No sabemos que sea eso que se deshizo en tus manos. – Henry era muy raro, hablaba despacio y pausado, y ahora sabía que no lo había alucinado. El vidrio estuvo allí.

 Caminamos durante lo que no pareció demasiado como para haberme perdido, y llegamos al comedor de la casa. Era un lugar amplio, con candelabros colgando del techo. Y  allí estaban todos.

-creo que debemos buscar algo que comer. Mande llenar las despensas de la casa para nosotros. – Siwon dijo de forma amable.

-yo cocino – se ofreció Kibum –

Me pareció que ayudarle era una buena idea, así que le seguí a la cocina
-no te parece extraña la casa, Kibum?

-la verdad es que si, no me siento del todo a gusto. Eun dice que siente que lo vigilan. – Bum picaba unas zanahorias en la tabla.

-yo siento que me ven también, pero no lo sé, aun no descubro que hay de malo en esta casa.

-Pásame las cebollas, por favor. Creo que debimos hacerle caso a la chica, deberíamos irnos.

Quise decirle que yo también lo pensaba, pero en ese momento sentí algo extraño.

-Kibum, es mi imaginación o hay mucha niebla en este lugar, no veo nada

-yo tampoco veo nada – un olor empezaba a invadir la habitación

-¿hueles eso?

Kibum empezó a olisquear en el aire. Unos sartenes al caer nos hicieron saltar del susto.

-¿Quién anda allí?

-¡Mi pollo! ¡Está en el horno! – Kibum esquivo la niebla para llegar al horno, cuando lo abrió, la habitación quedo totalmente cubierta de humo y olor a quemado

-Kibum… quemaste la cena  ¬_¬

-no fue mi culpa, es tuya por andarme distrayendo… >3<

No pude evitar soltar una carcajada, realmente nos habíamos asustado por un pollo quemado…

En ese momento, al oler quemado, todos aparecieron en la puerta de la cocina.

-¿porque hacen tanto escándalo? – Yesung venia cargando a Dankoma, junto a él, Eun intentaba despejar un poco el humo que aun invadía la habitación, mientras Siwon abría las ventanas y prendía el sistema de ventilación.

-Siwon, hay algo que podamos hacer… como salir a comer… porque esto no tiene arreglo – se burló Eun

-vamos, a veinte minutos de aquí hay un restaurante muy bonito, y casi nadie lo conoce, así que con una gorra y lentes pasamos desapercibidos

-o pueden cenar en mi casa – Sun Byul apareció de repente atrás de nosotros causándonos un susto de muerte, nadie la había oído llegar, y como la vez pasada se tiró a los brazos, esta vez, de Kibum, quien aun sostenía su pollo en las manos... La cocina sería difícil de limpiar.

-Sun Byul no entres a las casas de la gente sin su permiso – ¿Zouh Mi le daba lecciones en un momento como este? Creo que debería preguntarle primero como entro…

-pero yo he estado en esta casa desde que tengo memoria >_< – se retorcía en brazos de Bummie, quien intentaba quitársela de encima.

La tome de los hombros y al levante en el aire, haciendo que se quitara de encima de Bum, pero quedando apresada por sus brazos.

-ya prepare la cena, vamos, no me van a decir que no ¿sí? O~O

Sun Byul era una gran manipuladora, y en menos de lo que contábamos tres, ya estábamos en la mitad del  jardín de rosas (el cual había que atravesar para llegar) camino a la casita blanca de Byul.




*Heechul*
Todo está listo, les daré el susto de sus vidas. Ahora tengo que ver quien será la víctima. Saber quién caerá bajo mis fantasmagóricos encantos.

Revise la lista de lo que había que hacer una vez más…

Luces √
Neblina √
Olores √
Mantener a Wookie alejado… mmmm… sip… √

Eso era lo que hacía falta. Bueno, comencemos a seguirlos, y cuando alguno este solo lo asusto…

Camine por el pasillo y me topé con un chico musculoso, obviamente no me veía, peor yo a él sí, y a la persona que estaba a su lado…

-¡Hae! ¿Qué haces?

-nada, mi trabajo – y entonces vi lo que había hecho. En el suelo fragmentos de vidrio por todos lados. El jarrón que Él nos había arrojado a Hae y a mí hace casi un siglo.

-¿cómo lograste hacer eso? – me refería a la alucinación de cristal. A Hae no se le daba bien eso de crear cosas.

-me lo presto SungMin –

-bueno, no dejes que Wookie se acerque a l…

-¡genial! Ya estoy alucinando – el chico del piso hablo, sin vernos

-¿quién alucina? – ¡madre! Ni yo había oído llegar al chico. Era pequeño, aun así muy guapo, y con la mirada perdida, en un gesto involuntario volteo a vernos. Sentí su mirada atravesarme, como si de verdad supiera que estoy aquí.

-¡Henry! ¿Cómo diste conmigo?

-lo desubique lo suficiente para que nadie pudiera encontrarlo en por lo menos hora y media – DongHae, en su vida había sido cartólogo, así que sabía de orientaciones y eso, por lo que su habilidad era perder personas. Nunca había fallado, ni lo habían encontrado tan rápido.

-ni yo lo se… - además ese niño renegaba de sus habilidades.

-Bueno, me voy, Hae. Es mi turno.

Atravesé los pasillos (en serio los atravesé, pared por pared) y llegue hasta donde estaban todos esperando. Allí estaban sentados. Solo faltaban dos. Los había contado en la entrada de la casa, ocho. Ahora había seis. Faltaba el chico de sonrisa bonita y el musculoso que encontramos ese rato. Genial.

Me acerque a la cocina. Y allí estaban. Comencé a hacer que un vaho de color gris se filtrara por las rendijas de la puerta.

-Kibum, es mi imaginación o hay mucha niebla en este lugar, no veo nada

-yo tampoco veo nada – hice que el olor putrefacto que invadía los rincones más ocultos de esta casa llegara a la cocina.

-¿hueles eso?

Kibum empezó a olisquear en el aire. Entonces sucedió. Llego Wookie. Le dije a DongHae que  lo mantuviera alejado.

-Heechul-hyung, no veo nada, harías que tu niebla sea menos densa por favor

-¡NO! Recuerdas, debemos asustarlos lo suficiente para que acepten cumplir nuestras órdenes, y luego deshacernos de Él

-Hyung, en serio no veo nada – Y tropezó con unas ollas.

Las ollas cayeron en cámara lenta y aunque quise detenerlos no pude… ¡¡me atravesaron!!

-¿Quién anda allí?

-¡Mi pollo! ¡Está en el horno! – Kibum paso corriendo a través de Wookie
-me hace cosquillitas, hyung

-Wookie, vete antes de que te vuelva a matar – estaba enojado. No había contado con que se les fuera a olvidar su comida, y confundirían mis planes con sus tonterías.

-Kibum…quemaste la cena – la cara del chico decía que quería golpearlo. Ya éramos dos.



*Kibum*
Después del incidente con la cena, y el susto de muerte que nos dio Sun Byul, llegamos a su casita blanca.

Si afuera era blanca, adentro lo era más. Desde las cortinas hasta los cojines con uno que otro destello de azul súper pálido o gris muy diluido.
-Siéntense, ahora  termino de hacer lo que me falta – y salió por una puertecita, supuse que hacia la cocina.

-Hyung, ¿Qué tienes? – Kyu miraba a KangIn, quien desde el incidente donde quemamos (está bien, está bien), donde queme la comida había estado muy meditabundo.

-es que… siento que me falta lago… creo que le pediré matrimonio a mi novia.

Woo… había salido con ella por casi año y medio, un poco después de debutar. YoonA era una chica realmente bella, no por nada era la imagen oficial de las GG, y este tipo tenia suerte de que ella le hubiese dicho que sí.
Aun así nunca pensamos que se casarían. En la agencia eran una de las parejas más estables. Nunca peleaban, y el como buen novio la defendía y cuidaba. Los demás modelos habían apostado cuanto durarían. Yo aposte que dos años. El temperamento de KangIn no le permitía pasar más tiempo con alguien, lo conozco desde la escuela elemental. Siempre terminaba fastidiándose o enojándose con la persona en turno. Así que fue mi apuesta más alta, y ahora se iban a casar.

Bueno… tanto así no… faltaba que ella accediera. Pero conociéndola diría que sí.

En ese momento salió Sun Byul de la cocina

-Oppas, la cena ya está. Me levante, pero al instante me sentí mareado, desorientado. Caí sobre los sillones y no sé porque voltee a la ventana que estaba entreabierta. A través de los cristales vi la figura más hermosa que había visto en mi vida. Un chico alto, de cabellos castaños, vestido de negro, lo que hacía resaltar aún más su lechosa piel, discutía con otro chico.

El único problema es que a través de ellos podía observar el paisaje de atrás. Gire la cabeza a un lado, y allí estaba Yesung, con la boca abierta y los ojos brillantes. Él también los veía.



*LeeTeuk*
Cuanto tiempo ha pasado, lo extraño. Cada día que pasa es como si un cuchillo atravesara mi corazón. Él lo prometió, pero ¿dónde está ahora?
Lo último que oí de sus labios me hace llorar cada vez que pienso en ello, y aquí estoy otra vez, como todos los días llorando.

-Te encontrare, amor. Lo hare aunque tenga que vagar por el mundo entero para hacerlo.

Y después de eso no recuerdo más, solo que cuando desperté, Heechul me tenía abrazado, y me pedía perdón.

Camine por los pasillos. Me gustaba hacerlo, despejaba un poco mi mente.
Oí las voces de Heechul y DongHae mientras hablaban, pero no les puse atención a sus palabras. Me desvié del camino y abrí grandes los ojos al notar que había un chico solo frente a mí.

HyukJae. No supe como sabía ese nombre, pero estaba seguro de que era el nombre del chico. Una sonrisa maléfica apareció en mi boca. Teníamos trabajo después de todo.

Gire mi muñeca y el chico comenzó a tener visiones. Después de todo era el único en esta casa que lo podía hacer. Perder a la gente en su propio inconsciente, y luego sacarlos de allí. El Ángel Alucinógeno, me decía en broma Chul.

Despeje su mente antes de que pasara mucho tiempo, el chico enloqueciera y no lo podríamos usar. No reacciono como yo esperaba. Sacudió su ropa y se fue.

Será mejor que no comente a nadie esto. ¿Mis alucinaciones fallaron? No. Debía ser el cansancio.

Estuve un rato en el estudio, cuando creí que era buen tiempo, salí y busque a mis amigos. No había nadie o_o

Salí al jardín de rosas, y allí iban caminado los nuevos huéspedes. De entre todos ellos resaltaba uno. Me atrajo una fuerza, me llevo hasta quedar escondido detrás de un gran rosal.

Desde allí los vi a todos con claridad.

La pequeña Sun Byul los llevaba a su casa. El cielo como le decía ella. Cuando voltee a verlos de nuevo, mi mirada se clavó en él.

Después de casi un siglo sin verlo. Allí estaba, en ese grupo de chicos. Al fin me había encontrado. Pero ¿me recordaría? ¿Sabría que me está buscando? ¿Me sacaría de aquí? quise correr hacia él, pero mis piernas no respondían, y aunque lo hubieran hecho, ¿qué podía hacer yo? ¿Atravesarlo? ¿Asustarlo? ¿Hacer que me tema? Soy esto y no pude hacer nada. Solo un susurro escapo de mi boca…

-YoungWoon… es él… lo se

-¿quién es qué? – Heechul estaba  detrás de mí.

-YoungWoon… me encontró – aun lo miraba, como si de eso dependiera mi media vida.

-ese chico… es verdad… Teuki, tal vez no necesitemos convencerlos a las malas… - y sonrió con esa risa torcida que tanto podía llegar a espantar, pero que a mí me confortaba.


***
-no oíste eso, Eun – preguntó KangIn

-oír ¿qué?

-nada, mi imaginación – pero KangIn estaba seguro que alguien lo había llamado por su nombre. Un ángel llamándole YoungWoon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario