domingo, 26 de mayo de 2013

Ghost 05

Capítulo 5
Habilidades


*Heechul*
Todos tenemos habilidades. Una cosa para la que somos únicos y especiales. Algo que nos diferencia de todos los demás.

Y en esta vida, eso también importa.

Ni siquiera sé si esto es vida, pero ¿que mas será? Si no estamos muertos completamente, si nuestros corazones aun aman… nuestras mentes aun sueñan…  nuestros pensamientos vuelan.

Lo único que nos falta es un corazón que palpite y un par de pulmones el cual llenar de aire. Dejando de lado eso, se puede decir que estamos vivos.

Las cosas, sobre todo las importantes las descubres cuando menos lo esperas.

Así había sido con la aparición de estas habilidades… únicas y raras, que aun así, nos hacían normales.

Todos lo descubrimos por casualidad. Hacia cerca de setenta años, había llegado alguien a examinar la casa. Teníamos el miedo de que si la compraban y se volvía parte de otro, desapareciéramos.

Con el paso de los días, mientras ellos seguían aquí, cada vez que sin querer se topaban con Hae, iban en la dirección contraria. Si encontraban a Sungmin… el azúcar que ese chico derramaba se volvía en verdaderos dolores de cabeza.

A mí me vieron un par de veces, cuando ya estaba desesperado por que se fueran. Y a Teuk… en una explosión de pánico que tuvo, aunado a su miedo por Youngwoon, todos ellos cayeron tendidos al suelo… viendo la desesperación interna de mi amigo.

Después de eso, nadie volvió a la casa por voluntad. Había habido ocasione en que los dueños, o quienes querían comprar la casa llegaban, y esa misma noche se iban.

Esta vez era diferente. Ahora que sabíamos que teníamos la oportunidad de escapar con ellos, no los podíamos exiliar de la casa. Al contrario. Había que hacer que de un modo u otro prestaran atención.



* Yesung*
Vaya. Desde la noche anterior en que le propuse salir con ese fantasma no lo he visto. Creo que en este punto de su vida, las cosas  no valen tanto como para mí. Pero si dije que saldría con él, lo cumpliré. No saldré con nadie más.

Me puse el Ipod a todo volumen. No quería saber nada de nadie. Me tire en la cama del cuarto que me había tocado, y me quede dormido.

El calor que hacia me hizo despertar.  Era de noche ya. ¿Tan rápido había pasado el tiempo? Mi Ipod no tenía ya batería. Lo conecte a la corriente y la lucecita que indicaba una grabación se encendió. Nunca había grabado nada en mi ipod, nunca había tenido esa necesidad.

Abrí el mensaje. Apreté el botón de reproducir.

Era un montón de estática. Probablemente provocada por la fricción de la ropa de cama. Entonces, algo que definitivamente no era fricción sonó.

Sac… me… qui… po... a…da… te… ece… to…

¿Que era esto? Saque mi computadora y me dedique a limpiar el audio. Aun así era muy poco entendible. Cuando por fin pude entender unas pocas palabras fui donde estaban los demás.

Hanie me recibió… ¿Hanie? ¿No estaba en China?

Vio mi mirada interrogante, y antes de preguntarle, ya me estaba contestando.

-llegue esta tarde. Tuve un photoshoot anoche en Seúl, así que decidí que mejor estaba aquí.

-me alegra que estés aquí. El hámster estaba todo depresivo – y me reí. Henry solo se sonrojo e hizo una cara rara.

-¿y esa computadora? – Eun siempre era muy curioso. En ese momento le agradecí internamente que me recordara el porqué estaba allí.

-mi ipod grabo algo… aun no se que dice, pero puede ser importante. Ya todos sabemos que en esta casa si hay fantasmas. Y esta mañana me quede dormido con el ipod puesto. El caso es que se grabo algo. Oigan.

Pulse “play” en my computadora

…Saca…me…aquí… po… f… vor, ayú… me… te… ne…cesito.

El silencio que siguió fue muy expresivo. Todos estábamos anonadados de que al fin tuviéramos una prueba definitiva de la existencia de estos seres. La verdad es que yo ya lo sabía, lo tenía más que confirmado, pero el poder expresárselos a ellos me hacia querer rescatar con más ganas al niño que ahora era mi novio.

-¿de eso se trato el sueño que tuve? – Kangin nunca hablaba de lo que le pasaba a nivel personal, pero desde que llegamos aquí había estado más abierto. Hasta el punto de decirnos que le pediría matrimonio a su novia.

-que sueño, Kang? – Siwon había puesto atención a todo. Sin decir una palabra, peor él también se veía preocupado.

-soñé con un chico, parecía de una época anterior. Y parecía que saliéramos, o algo así. Le daba un pulso hindú, luego me desperté.

-si están pasando cosas raras. Ayer que jugamos, Kyu y yo nos metimos a una habitación… - Zouh se puso rojo con su confesión, que rápidamente corrigió llevando las manos hacia arriba – pero nos sacaron a peluchazos… algo nos lanzo osos y conejos.

Decidí que también podía contar lo que me paso a mí, omitiendo detalles por su puesto.

-a mi me estallaron botellas y espejos en un cuarto – remangue mis mangas, dejando ver cortaditas de color rojo por todos lados.

Bumie hablo, después de poner atención a mis brazos.

-yo ya los vi… es  un chico alto, de negro, con algo de petulancia, y un chico bajito, de cabello castaño y cara de niño – ¿el había visto a mi niño? Entonces lo recordé…

-el día que te desmayaste, yo también los vi… luego de ellos llegaron otros dos, creo que una chica, de cabello rojo, y un chico de cabello caramelo…

-la chica de rojo ya se me ha aparecido dos veces. – Siwon al fin confeso lo que le había pasado – una de ellas, pude tocarla. Pero algo me dejo en el suelo. Con alucinaciones. Fue durante el juego. La segunda vez fue anoche.

-yo también vi cosas, pero creí que era solo una imaginación mía, en un pasillo… cuando me di cuenta estaba tirado en el suelo.

-yo encontré un poco de vidrio en un pasillo. Henry estaba allí – Henry asintió a la confesión de Kang.

-Pues parece que algo quieren… tenemos que descubrir que es

Y quedamos que hablaríamos con Byul si sabía algo.



*Kangin*
El hecho de saber que algo rondaba en esta casa, era preocupante. No sabía que iba a pasar.

Caminamos hasta la casita blanca de Sun Byul. Allí estaba.

-les dije que no se quedaran en esa casa

-no podemos hacer nada. Además ellos nos pidieron ayuda. Y si está en nuestras posibilidades ayudarles lo haremos. Además, sabemos que tú sabes más de lo que aparentas. Así que ¿estás dispuesta a cooperar o no?

-no me queda más. Esta noche, podrán preguntar todo lo que quieran. Pero luego no me culpen a mí.

*
Llego la noche. Y con ella la oportunidad de saber qué pasaba.

Sun Byul llego con una lámpara de aceite, y un ramo de violetas.

Prendió las violetas y dejo que se consumieran. Dijo que no había problema es que las luces estuvieran prendidas.

Nos sentamos alrededor de ella.

-tiene que venir. No hay que temer. Los queremos ayudar.

Repetía un ay otra vez. Había aceptado que si tenía que ayudarles, por lo menos lo haría de la manera más adecuada. Si estaba dentro de mis posibilidades, definitivamente me arriesgaría.

En ese momento, comenzó a dolerme la cabeza. Luego me quede dormido. Y volví a soñar.

Soñé con ese chico que ya había visto antes.

Esta vez era diferente.

Había una bonita habitación blanca. Las sabanas me tapaban el cuerpo, peor sabia que abajo no había ropa. Sentí como se enredaban unas piernas a las mías.

-buenos días, amor. – levanto la cara, y por fin pude verlo. Era un chico realmente bello. Su cara parecía la de un ángel.

-buen día, Teuki… y lo abrace más fuerte.

-me duele un poco la cabeza, Young, mejor no te vayas. Quédate a cuidarme.

El brazalete de elefantes aun estaba colgado de su muñeca. Pero su cabello era más largo. Habrían pasado algunos meses.

Camine hasta un armario y tome un poco de ropa. Me vestí y salí de la habitación. Todo era muy hermoso. Tenía ganas de no salir de aquí nunca.


* Siwon*
Cuando Byul comenzó con su raro ritual, no creí que fuera a ser verdad. En ese momento, todo comenzó a   ser de verdad raro. Kang pego un grito. Luego se desplomo sobre los cojines. Henry cerró los ojos y se dejo caer en el regazo de Hanie, quien intento despertarlo, pero no pudo.

Eun y Bummie, comenzaron a caminar sin sentido. Chocaban contra todas las cosas. Hubo un momento en que ya ni siquiera se levantaban del suelo, simplemente se seguían arrastrando alrededor de la habitación.

Hanie y Yesung se taparon los oídos con mucha fuerza y comenzaron a gritar algo que posiblemente seria una canción.

Zouh y Kuy solo podían gritar que algo los estaba reteniendo. Byul no decía nada. Tenía los ojos en blanco. Y de repente, delante de mí, la chica pelirroja se apareció.

-¿nos vas a sacar de aquí?

-ya te dije, anoche, que me digas lo que tengo que hacer.

-no sé donde puede estar quien nos sacara de aquí. Pero debes llamarlo. Traerlo de vuelta a esta casa, y hacer que nos libere. Lo hemos intentado de todo.

-lo hare… ¿me dirás tu nombre?

-Heechul, Kim Heechul… ¿y tú eres?

-Choi Siwon… quien es quien los tiene prisioneros, a quienes más…

-somos cinco, quien nos dejo aquí es el conde. Pero ya no sé si exista…

-lo buscare. No importa como… tiene que hacer dejado algo para liberarlos, una receta, un hechizo, una oración…

-Gracias…

Justo en ese momento desapareció. Sun Byul se desplomo en donde estaba, igual que todos los demás. Solo pocos evitaron el golpe. Estaba en shock. No lo podía creer. Además, ya de cerca y en la conversación más larga que había tenido, me di cuenta que era en realidad el chico que Byul había dicho era el amante del conde. Si no fuera así, no hubiera sido él quien llegara como portavoz de sus amigos…

Ahora existía un problema. ¿Quién era el conde? ¿Cómo lo encontraría? ¿Cómo cumpliría mi palabra? El único consuelo que me quedaba era saber que todos estábamos dispuestos a descubrir este misterio.

*Eunhyuk*
Nunca había sentido cosa más extraña en mi vida que esa noche. Me sentí desorientado. Mareado. Cuando Byul comenzó a decir esas palabras, toda mi mente quedo en blanco. Solo era consciente de unas pocas cosas.

Sentía que mis piernas se movían, mas tarde que mis brazos me arrastraban. También era consciente de la presencia de Kibum, sentía que estaba en la misma situación que yo, y además de una tercera persona. Quien nos controlaba, alguien que nos hacia dar todas esas vueltas.

-¿Quién eres? ¿Quién eres? ¿Quién eres?... - mi subconsciente seguía repitiendo esa pregunta, hasta que fue contestada.

-Donghae, y tú me vas a sacar de aquí. Me vas a traer a quien pueda hacerlo. Me vas a traer la receta para liberarme de este limbo. ¿No me vas a dejar así verdad? Y lamento esto.

De la densa nube borrosa que era mi vista, descubrí una figura alta y delgada. Al otro extremo de la habitación estaba Kibummie viéndolo también, y el no sabía hacia dónde ir. En sus ojos había miedo. Donghae tenía miedo. Y en ese momento quise correr hacia donde estaba. Kibum también avanzo. Llegamos hasta el. Y se desvaneció en el aire.

Sentí como mi cuerpo se impactaba contra el suelo. Me dolían todos los músculos, sentía golpes por todos lados. Cuando abrí los ojos. Estaba tendido detrás de un sofá. Ni siquiera supe la hora o como llegue hasta allí. En verdad había sido muy rara toda esa experiencia.

Ahora tenía en claro que debía salvarlo. Donghae. Hasta su nombre era lindo.

* Kyuhyun*
Que es esto que nos persigue… tomo la mano de Zouh y corremos. Detrás de nosotros veo un chico. No parece normal. Tiene la piel muy pálida, las ojeras marcadas, esta despeinado.

-déjalo… déjalo… déjalo…

Solo repite eso... nada mas sale de sus dulces labios. Entonces los paisajes cambian. Ya no tengo a Mimi de la mano. Todo alrededor es de colores. El chico se ve mejor, aun así un poco cansado.

Se acerca a mí. Me mira a los ojos.

-lo vas a dejar ¿verdad? Serás para mí.

Parece un niño haciendo berrinche. Un tanto caprichoso y malvado.

-no…

Ni siquiera entiendo de lo que está hablando, aun así no estoy dispuesto a dejarlo.

-¿ni para sacarme de aquí? ¿Para hacerme feliz? Por favor.

Entonces todo se transforma otra vez. Al otro lado de un foso esta Zouh, atado con unas largas cadenas plateadas.

-no me dejas otra opción. Sácame de aquí.

Entonces, antes de que algo peor pase… todo se desmorona como azúcar. Y el chico cae al suelo llorando.

Todo se vuelve a disolver antes de que lo alcance. Zouh esta sudando y un tanto tembloroso sobre  mi regazo. Todos están por todos lados de la habitación, inconscientes o en el suelo. Solo Siwon está sentado donde comenzó. Aun así parece en estado de shock.

*Hangeng*
Había algo extraño. Acabo de llegar y ya me están hablando de fantasmas. No quiero estar en esa sesión. Mas si Henry lo pide, lo hare.

La noche llega rápido. Todos toman un lugar en la sala. La chica rara que acabo de conocerse me pega. Luego de un rato se va y comienza con su ritual.

Henry cierra despacio sus ojos y se baja hasta mi regazo. Toma mi mano y ya no lo puedo despertar.

Un zumbido empieza de forma muy lenta.

Poco a poco se transforma en una canción capaz de romper los tímpanos. Ya no veo si siento nada. Solo escucho esa canción.

-canten para mi…

Yesung comienza a cantar, pareciera como si estuviera dispuesto a cumplir la orden de esa voz. Como el sonido es insoportable, canto. Cuando canto el sonido disminuye. Así que canto más alto. Yesung ahora no está cantando demasiado alto. Parece que quiere escuchar. Lo imito.

-me llamo Ryeowook… y te agradezco que quieras ayudarnos. Yesung… tu nombre me gusta. Hangeng, gracias a ti también… no dejen de cantar… o se romperán los tímpanos…

Continuo con la orden… de repente ya no escucho nada. Dejo de cantar. Yesung y el tienen una conversación, pero no se que están diciendo. ¿Me abre roto los tímpanos? Ryeowook se acerca demasiado a Yesung y este parece no temerle. Ambos cierran los ojos. Yo sigo cantado.

Poco a poco comienzo a escuchar de nuevo. Hay mucho alboroto. La realidad vuelve de a poco. Henry aun esta sobre mí. Le acaricio el cabello.

-Henry… Henry, ¿no te paso nada?

Niega con la cabeza y se acurruca más…

Ahora hace falta saber qué es lo que hay que hacer... de una forma u otra, alguno de nosotros debe haberlo descubierto.



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